lunes, 11 de junio de 2012

La Iglesia se inflama al contemplar el ardiente Corazón de su Divino Esposo.


Monición para la Fiesta del Sagrado Corazón



15 de Junio de 2012

Sacratísimo Corazón de Jesús.
Ten piedad de nosotros.

A la fiesta del Corpus la sagrada liturgia añade, como una prolongación, la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, que se celebra el Viernes siguiente al primer Domingo después de aquella.

La solemnidad del Sagrado Corazón resume todas las fases de la vida de Jesús, que la liturgia había recorrido desde Adviento hasta la Fiesta del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, y constituye un tríptico admirable con todos los misterios gozosos, dolorosos y gloriosos de la existencia del Salvador, gastada toda ella en amar a su Padre y a los hombres.

De ahí que esta fiesta se halle colocada en un punto culminante, desde donde se puede abarcar, de una sola mirada, el pasado trabajoso de los actos redentores de Cristo, y el glorioso porvenir de las victorias que obtendrá mediante la acción del Espíritu Santo en las almas, hasta la consumación de los siglos.

Viene esta fiesta después de las de Cristo, y así las completa condensándolas todas en un objeto único material: el Corazón de carne del Hombre Dios, y otro formal: la inmensa caridad del Señor a los hombres, manifestada sobre todo en la Redención por la cruz y en el misterio de la Santísima Eucaristía.

Esta festividad no se relaciona con ningún misterio en particular de la vida del Salvador, sino que los abarca todos; y, por ende, la devoción al Sagrado Corazón se extiende a todos los beneficios que durante todo el año nos ha prodigado la caridad divina.

En una aparición de San Juan Evangelista a la vírgen benedictina del Siglo XIII, Santa Gertrudis (*), el apóstol le anunció que "la revelación de los dulcísimos latidos del Corazón de Jesús, que él mismo había oído al recostarse sobre su pecho, estaba reservada para los últimos tiempos, cuando el mundo, envejecido y enfriado en el divino amor, tendría que calentarse con la revelación de estos misterios".
Este Corazón, dice la santa junto a su compañera Santa Matilde, "es un altar, sobre el que Cristo se ofrece al Padre como hostia perfecta y en todo agradable. Es un incensario de oro, del que se elevan hasta Él tantas columnas de incienso, cuantos son los hombres por los cuales Cristo padeció. Es en este Corazón, donde se ennoblecen y se tornan gratas al Padre las alabanzas y acciones de gracias que a Dios damos, y todas cuantas buenas obras hacemos".

Jesucristo quiere que se honre su Sacratísimo Corazón, y se lo repare por el desamor y las ofensas de los hombres. Roguemos,entonces, con palabras de la oración Colecta de la Misa de este día:

Deus qui nobis, in Corde Filii tui, nostris vulneráto peccatis, infinitos dilectiónis thesáuros misericórditer largíri dignaris; concéde, quaesumus, ut illi devótum pietátis nostrae praestántes obséquium, dignae quoque satisfactiónis exhibeámus offícium.

Oh Dios, que misericordiosamente te dignas prodigarnos los infinitos tesoros de tu amor, en el Corazón de tu Hijo herido por nuestros pecados; rogámoste nos concedas la gracia de poderte tributar el devoto homenaje de nuestra piedad, a la vez que cumplimos con el deber de darle una competente satisfacción. Amén.

(*): En 2012 se ha propuesto a Santa Gertrudis "la Grande", como doctora de la Iglesia. 

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