lunes, 8 de octubre de 2012

Ante un gran multitud que participó de la 38ª Peregrinación Juvenil a Pie a Luján, el arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, cardenal Jorge Mario Bergoglio, encabezó la misa y pidió: “Crecer en la justicia y ocuparse más y mejor de quienes sufren necesidades”.



“Nuestra fe está en ellos, nuestra fe está aquí, esta es la casa de la fe de nuestra Patria”.
“Aquí hacemos este pedido para todos nosotros, para toda nuestra Patria. Es el mejor lugar para hacerlo. Que aprendamos todos a trabajar por la justicia y para esto, que siempre tengamos el corazón abierto, el corazón grande que nos anime a hacer este pedido. Que a nadie le falte esa actitud del corazón, la de tener que aprender cada día a ser más justos en la vida. Que se nos enseñe dónde habrá que poner una mirada más abierta y disponible, menos egoísta o interesada, que se nos enseñe a que no hagamos la nuestra, a que no se diga de cada uno de nosotros: ‘Este hace la suya’, sino hacer una mirada, una gran mirada que nos haga hermanos, que nos preocupemos siempre por los demás”.
La reflexión del Cardenal sobre el lema de este año fue: “Este año, el lema de la peregrinación fue ‘Madre, enséñanos a trabajar por la justicia’. ¿Saben ustedes a quién se le ocurrió hacer ese pedido? A ustedes mismos. Porque en las oraciones que escriben cuando visitan Luján, fueron exponiéndolo. Es un problema que late en el corazón de los peregrinos y se fue haciendo oración”.
Y le pidió a la Virgen que: “Nos enseñe a trabajar por la justicia, por ser personas justas en la vida. Posiblemente, este pedido hecho aquí en Lujan haya surgido del corazón de tantos peregrinos después de hacer recibidos y escuchados. En Luján se los recibe y se los escucha, y eso es un gran acto de justicia. Gracias a esto estamos en paz rezando”.
Jorge Bergoglio en su cierre, pidió: “Fuerza para trabajar por la justicia, le pedimos serenidad cuando hay que trabajar por las dificultades. No vamos a poder ser justos si no rezamos”.
Una vez finalizada la misa  comenzó a llover, y los peregrinos resolvieron  volver a sus casas después de una fatigosa  e intensa  caminata.